El poder del color
- Alixx Ruiz
- 8 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Ninguna decisión al momento de decorar nuestro hogar debería tomarse por simple intuición si lo que buscamos es armonía y estética en él, por lo que la elección de la paleta de colores y su correcta combinación no deben ser la excepción.

El color utilizado en paredes, pisos, mobiliario y complementos es fundamental para dar vida a un espacio, y expresar de manera tangible la personalidad de quienes lo habitan. A través del color se pueden proyectar tranquilidad, entusiasmo, alegría, bienestar, etc.
Es conveniente aprender a combinar la cantidad de colores de la mejor manera, para ello hay un truco en decoración: La regla de color 60-30-10, que es una herramienta que se puede aplicar a cualquier estancia, haciéndola ver como un ambiente de revista de decoración. Esta regla consiste en utilizar el 60% en una tonalidad de color dominante, el 30% en un tono contrastante y el 10% en otro tono para pequeños detalles.


El color dominante (60%) es el más importante porque envuelve casi todo el ambiente y es el que da la primera impresión, por lo que debe ser un color neutro o menos potente que los demás seleccionados. Este color no necesariamente es sólo para las paredes, se puede extender a alfombras, sofás grandes o textiles.
El 30% es para el color secundario, que es el encargado de otorgar el mayor interés al conjunto en general; se puede utilizar en una pared pequeña, en muebles o textiles.
El 10% restante es para el color de acento, que puede convertirse en la distinción absoluta de la estancia; lo indicado es usarlo en piezas decorativas como cuadros, cojines, lámparas o jarrones.
Al aplicar esta regla podemos obtener espacios equilibrados sin sobrecarga de color, aunque no necesariamente se debe ser tan estricto, ya que es factible usar varios colores de acento, teniendo en cuenta que éstos se utilizan en pequeños detalles a manera de "pinceladas", pues lo que se busca es dar dinamismo a los ambientes y que éstos nos conecten con nuestras emociones.

Un consejo útil
Para elegir el tono adecuado de las paredes, antes que nada es necesario probar diferentes matices (por ejemplo 3), aplicando cada tonalidad en la pared en un área mínima de 30x30 cm, y observar a diferentes horas del día para apreciar el efecto que causa cada una con la luz natural y la luz artificial, y así tomar la decisión por la que más se adapte al espacio.
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